«Las mujeres cuentan con una inteligencia emocional que, a la hora de gestionar las empresas, es importante para entender qué se dice y el por qué. “Ahí las mujeres nos ganan por goleada”» (Sánchez Galán de Iberdrola – publicación online Revista Forbes -España- por Fran Gómez – 2 de octubre 2018, última actualización 12 de mayo 2021).
El liderazgo que caracteriza a las mujeres, es el elemento transformador esencial para la innovación en la empresa. Al mismo tiempo, la habilidad de visualizar los detalles y ser muy efectivas en el trabajo en equipo, constituye el camino para el acceso a roles de responsabilidad y la igualdad de oportunidades, con una perspectiva más inclusiva.
Según un informe de CIPPEC, sólo 3 de cada 10 posiciones de jerarquía en las organizaciones son ocupadas por mujeres y existen apenas un 9% de CEOS femeninas en Argentina. Al mismo tiempo, casi el 60% de las empresas que tienen mujeres en los altos cargos directivos, sólo cerca del 20% de los cargos senior son ocupados por ellas.
En otras palabras, las mujeres están justo por debajo de los principales cargos de toma de decisión de las organizaciones.
Si bien algunas mujeres logran sortear suelos pegajosos y romper techos de cristal, el camino no deja de ser dificultoso. En cualquier caso, el elemento común que destaca a las mujeres que asumen roles de liderazgo o de toma de decisiones, se centra en la importancia de DEMOSTRAR siempre, y en todo momento, las competencias adquiridas. Un ESFUERZO EXTRA por sumar una mirada diferente a lo establecido, una necesidad de tener que SORPRENDER siempre con las mejores ideas innovadoras y poner un constante EMPEÑO para hacer uso de la autoridad de dichos cargos, sin mostrar un desequilibrio emocional por ello.
Estos estereotipos y prejuicios, muy característicos de las experiencias de mujeres en cargos de toma de decisiones, forman parte de la rutina diaria que deben enfrentar en su rol de gestión y romper así el famoso techo de cristal impuesto para ellas.
Parte de la solución puede darse con el armado de equipos y proyectos liderados equilibradamente sin importar el género: como dispositivos y circuitos administrativos con la suficiente apertura para allanar caminos y equilibrar la balanza, para mejorar la situación de más de la mitad de las mujeres trabajadoras en Argentina que piensan que su condición de género les impide acceder a cargos de dirección.
Otra parte, es la implementación de más y mejores políticas públicas con perspectiva de género para nivelar la desproporcionada carga de cuidado que la sociedad impone aún a las mujeres.
Aunque se dieron importantes avances, la paridad real está bastante lejos en muchos aspectos del análisis. El aspecto cultural tan profundamente arraigado sobre los roles de las mujeres y los hombres impiden nivelar el terreno, aún hoy, en muchos aspectos de nuestra sociedad y más en el ámbito organizacional.
Los desafíos siguen vigentes, restan algunas barreras para superar, pero con unos cimientos en construcción muy fuertes y seguros, en el camino para lograr entornos en las empresas realmente inclusivos
Fuente:
• LOS REALES DESAFÍOS DE LAS MUJERES LÍDERES – Editorial Blog Enfoque
– Por Lic. Marianela Truccone